Un joven treintañero arrogante, insolente, egoísta y sin trabajo se traslada a vivir a una casa que ha heredado de su abuela además de una gran deuda.
Para afrontar los gastos, le alquila una habitación a una antigua compañera del colegio, con la que fantaseaba desde crío.
Con ellos dos hay un tercer inquilino- no se sabe a ciencia cierta si vive allí o no- que ejercía de cuidador de su octogenaria tía y que ahora es su niñera.
La serie está contada desde la perspectiva del protagonista, estas metido en su cabeza y te tiene al tanto de todas las burradas que se le ocurren al salidillo.
No es nada del otro mundo, tiene un par de puntazos graciosillos pero resulta cansina.
Para afrontar los gastos, le alquila una habitación a una antigua compañera del colegio, con la que fantaseaba desde crío.
Con ellos dos hay un tercer inquilino- no se sabe a ciencia cierta si vive allí o no- que ejercía de cuidador de su octogenaria tía y que ahora es su niñera.
La serie está contada desde la perspectiva del protagonista, estas metido en su cabeza y te tiene al tanto de todas las burradas que se le ocurren al salidillo.
No es nada del otro mundo, tiene un par de puntazos graciosillos pero resulta cansina.
Su compañera de piso, de la que está enamoradísimo, está haciendo ruidillos raros, estas son todas las alternativas que se le ocurren para justificar ese sonido.
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