Henry es un clásico padre de familia, con dos hijos, una mujer estupenda y un precioso chalecito a las afueras. Cada mañana se dirige en su coche de clase media alta a su trabajo y justo antes de llegar a su oficina ....... se convierte en el magnifico espía Edward.Su transformación siempre ocurre en el ascensor, donde la CIA instaló unos rayos que activan un chip introducido en su memoria y en unos segundo pasa de ser Dr Jekyll a Mr Hide.
El temerario Edward, es un espía exitoso, aventurero, serio, perverso, amante insaciable y totalmente conciente de la existencia de Henry. Sin embargo, el sencillo trabajador de compañía desconoce su yo más salvaje.
En el primer capitulo el chip falla y las dos personalidades empiezan a surgir sin control invadiendo el uno el espacio del otro. Así que por culpa de Edward, Henry casi pierde la vida a manos de unos mafiosos, se convierte en un amante estupendo y descubre su verdadera fuente de ingresos y por otro lado Edward se ve obligado a compartir su piso de lujo, su cochazo y muchísimo secretos.
Cuando vi el primer capítulo ya había leído la esplendida critica de Hernán Casciari, que no consideraba esta torpe historia un drama y sugería no darle muchas vueltas y disfrutar de esta serie como lo que es, una comedia con cuatro momento pseudo serios.
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